La secuela de James Cameron dejó imágenes impresionantes, pero una trama que no enganchó al espectador
Pese al despliegue técnico, “Avatar 2” dejó sabor a poco entre muchos fanáticos (Disney)
Trece años después del estreno original, James Cameron volvió con una promesa fuerte: volver a cambiar la historia del cine. Sin embargo, una gran parte del público no salió conforme con la secuela de “Avatar”. La película se quedó corta donde más importaba: en la historia.
Más allá de lo visual, la trama dejó una sensación de repetición. Hubo críticas el exceso de diálogos y por cómo la película parecía contar lo mismo y tener un conflicto desarrollado. La emoción que se esperaba nunca apareció, y eso generó una desconexión grande con los personajes.
Para muchas personas, la duración jugó en contra. Más de tres horas en la butaca, y varios espectadores sintieron que a la mitad del film ya no pasaba nada. Hermosa pero vacía se sintió la secuela de James Cameron. Los momentos que debían ser intensos o conmovedores pasaban sin dejar la impronta del director.
También hubo señalamientos a la forma en que Cameron usó la nostalgia. En vez de buscar una historia nueva o más arriesgada, repitió fórmulas como las mismas escenas de acción que en la primera y la misma musicalización. El guion no sorprendió y, en muchos casos, terminó haciendo que la primera Avatar luzca mejor con el paso del tiempo.
Aunque nadie duda del nivel técnico de la producción, la fotografía, el diseño de las criaturas y los efectos especiales fueron espectaculares, el cine también necesita una historia que conecte con el espectador. Y muchos sintieron que eso faltó en esta segunda parte.
“El camino del agua” no fue lo que se esperaba. Mucha imagen pero poca historia. La decepción se notó fuerte, sobre todo entre quienes esperaban un nuevo hito como en 2009. La excelente fotografía y diseño no alcanzó para llenar el vacío narrativo que dejó la película.

Trece años después del estreno original, James Cameron volvió con una promesa fuerte: volver a cambiar la historia del cine. Sin embargo, una gran parte del público no salió conforme con la secuela de “Avatar”. La película se quedó corta donde más importaba: en la historia.
Más allá de lo visual, la trama dejó una sensación de repetición. Hubo críticas el exceso de diálogos y por cómo la película parecía contar lo mismo y tener un conflicto desarrollado. La emoción que se esperaba nunca apareció, y eso generó una desconexión grande con los personajes.
Para muchas personas, la duración jugó en contra. Más de tres horas en la butaca, y varios espectadores sintieron que a la mitad del film ya no pasaba nada. Hermosa pero vacía se sintió la secuela de James Cameron. Los momentos que debían ser intensos o conmovedores pasaban sin dejar la impronta del director.
También hubo señalamientos a la forma en que Cameron usó la nostalgia. En vez de buscar una historia nueva o más arriesgada, repitió fórmulas como las mismas escenas de acción que en la primera y la misma musicalización. El guion no sorprendió y, en muchos casos, terminó haciendo que la primera Avatar luzca mejor con el paso del tiempo.
Aunque nadie duda del nivel técnico de la producción, la fotografía, el diseño de las criaturas y los efectos especiales fueron espectaculares, el cine también necesita una historia que conecte con el espectador. Y muchos sintieron que eso faltó en esta segunda parte.
“El camino del agua” no fue lo que se esperaba. Mucha imagen pero poca historia. La decepción se notó fuerte, sobre todo entre quienes esperaban un nuevo hito como en 2009. La excelente fotografía y diseño no alcanzó para llenar el vacío narrativo que dejó la película.